HISTORIA
DE LA TELEVISIÓN
Los
primeros intentos de transmitir imágenes a distancia se realizan mediante la
electricidad y sistemas mecánicos. La electricidad ejercía como medio de unión
entre los puntos y servía para realizar la captación y recepción de la imagen,
los medios mecánicos efectuaban las tareas de movimientos para realizar los
barridos y descomposición secuencial de la imagen a transmitir. Para 1884
aparecieron los primeros sistemas de transmisión, mapas escritos y fotografías
llamados telefotos. En estos primeros aparatos se utilizaba la diferencia de
resistencia para realizar la captación. El desarrollo de las células
fotosensibles de selenio, en las que su resistividad varía según la cantidad de
luz que incida en ellas, el sistema se perfeccionó hasta tal punto que en 1927
se estableció un servicio regular de transmisión de telefotografía entre
Londres y El Salvador en el departamento de la paz y también en Nueva York. Las
ondas de radio pronto sustituyeron a los cables de cobre, aunque nunca llegaron
a eliminarlos por completo, sobre todo en los servicios de punto a punto.
El
desarrollo de la telefotografía alcanzó su cumbre con los teleinscriptores, y
su sistema de transmisión. Estos aparatos permitían recibir el periódico diario
en casa del cliente, mediante la impresión del mismo que se hacía desde una
emisora especializada.
Televisión
mecánica, el disco de Nipkow y la rueda fónica
En
1884 Paul Nipkow diseña y patenta el llamado disco de Nipkow, un proyecto de
televisión que no podría llevarse a la práctica. En 1910, el disco de Nipkow
fue utilizado en el desarrollo de los sistemas de televisión de los inicios del
siglo XX y en 1925, el 25 de marzo, el inventor escocés John Logie Baird
efectúa la primera experiencia real utilizando dos discos, uno en el emisor y
otro en el receptor, que estaban unidos al mismo eje para que su giro fuera
síncrono y separados 2 m. Se transmitió una cabeza de un maniquí con una
definición de 28 líneas y una frecuencia de cuadro de 14 cuadros por segundo.
Baird
ofreció la primera demostración pública del funcionamiento de un sistema de
televisión a los miembros de la Royal Institution y a un periodista el 26 de
enero de 1926 en su laboratorio de Londres. En 1927, Baird transmitió una señal
a 438 millas a través de una línea de teléfono entre Londres y Glasgow.
Este
disco permite la realización de un barrido secuencial de la imagen mediante una
serie de orificios realizados en el mismo. Cada orificio, que en teoría debiera
tener un tamaño infinitesimal y en la práctica era de 1 mm, barría una línea de
la imagen y como éstos, los agujeros, estaban ligeramente desplazados, acababan
realizando el barrido total de la misma. El número de líneas que se adoptaron
fue de 30 pero esto no dio los resultados deseados, la calidad de la imagen no
resultaba satisfactoria.
En
1928 Baird funda la compañía Baird TV Development Co para explotar
comercialmente la TV. Esta empresa consiguió la primera señal de televisión
transatlántica entre Londres y Nueva York.
Ese
mismo año Paul Nipkow ve en la Exposición de radio de Berlín un sistema de
televisión funcionando perfectamente basado en su invento con su nombre al pie
del mismo. En 1929 se comienzan las emisiones regulares en Londres y Berlín
basadas en el sistema Nipkow Baird, que emitía en banda media de radio.
Se
desarrollaron otros exploradores mecánicos como el que realizó la casa
Telefunken, que dio buenos resultados, pero que era muy complejo y constaba de
un cilindro con agujeros que tenían una lente cada uno de ellos.
La
rueda fónica
La
rueda fónica fue el sistema de sincronización mecánico que mejores resultados
dio. Consistía en una rueda de hierro que tenía tantos dientes como agujeros
había en el tambor o disco. La rueda y el disco estaban unidos por el mismo
eje. La rueda estaba en medio de dos bobinas que eran recorridas por la señal
que llegaba del emisor. En el centro emisor se daba, al comienzo de cada
agujero, principio de cada línea, un pulso mucho más intenso y amplio que las
variaciones habituales de las células captadoras, que cuando era recibido en el
receptor al pasar por las bobinas hace que la rueda dé un paso posicionando el
agujero que corresponde.
Televisión
electrónica
En
1937 comenzaron las transmisiones regulares de TV electrónica en Francia y en
el Reino Unido. Esto llevó a un rápido desarrollo de la industria televisiva y
a un rápido aumento de telespectadores, aunque los televisores eran de pantalla
pequeña y muy caros. Estas emisiones fueron posibles por el desarrollo de los
elementos en cada extremo de la cadena, el tubo de imagen (tubo de rayos
catódicos) en la parte receptora y el iconoscopio en la parte inicial.
La
implementación del llamado tubo de rayos catódicos (TRC) o tubo de Braun, por
S. Thomson en 1895 fue un precedente que tendría gran trascendencia en la
televisión, si bien no se pudo integrar, debido a las deficiencias
tecnológicas, hasta entrado el siglo XX y que perdura hasta los primeros años
del siglo XXI.
Desde
los comienzos de los experimentos sobre los rayos catódicos hasta que el tubo
se desarrolló lo suficiente para su uso en la televisión fueron necesarios
muchos avances en esa investigación. Las investigaciones de Wehnelt, que añadió
su cilindro, los perfeccionamientos de los controles electrostáticos y
electromagnéticos del haz, con el desarrollo de las llamadas "lentes
electrónicas" de Vichert y los sistemas de deflexión permitieron que el
investigador Holweck desarrollara el primer tubo de Braum destinado a la
televisión. Para que este sistema trabajase correctamente se tuvo que construir
un emisor especial, este emisor lo realizó Belin y estaba basado en un espejo
móvil y un sistema mecánico para el barrido.
Una
vez resuelto el problema de la presentación de la imagen en la recepción
quedaba por resolver el de la captación en el emisor. Los exploradores
mecánicos frenaban el avance de la técnica de la TV. Era evidente que el
progreso debía de venir de la mano de la electrónica, como en el caso de la
recepción. El 27 de enero de 1926, John Logie Baird hizo una demostración ante
la Real Institución de Inglaterra, el captador era mecánico, compuesto de tres
discos y de construcción muy rudimentaria. Según Alfred Dinsdale en su libro
"Televisión":1
La
primera imagen sobre un tubo de rayos catódicos se formó en 1911 en el
Instituto Tecnológico de San Petersburgo y consistía en unas rayas blancas
sobre fondo negro y fueron obtenidas por Borís Rosing en colaboración con
Zvorykin. La captación se realizaba mediante dos tambores de espejos (sistema
Weiller) y generaba una exploración entrelazada de 30 líneas y 12,5 cuadros por
segundo.
Las
señales de sincronismo eran generadas por potenciómetros unidos a los tambores
de espejos que se aplicaban a las bobinas deflexoras del TRC, cuya intensidad
de haz era proporcional a la iluminación que recibía la célula fotoeléctrica.
La
televisión a color
Ya
en 1928 se desarrollaron experimentos de la transmisión de imágenes en color.
John Logie Baird, basándose en la teoría tricromática del fisiólogo Thomas
Young, realizó experimentos con discos de Nipkow a los que cubría los agujeros
con filtros rojos, verdes y azules logrando emitir las primeras imágenes en
color el 3 de julio de 1928. El 17 de agosto de 1940, el mexicano Guillermo
González Camarena patenta, en México y EE.UU., un Sistema Tricromático
Secuencial de Campos. Ocho años más tarde, en 1948, el ingeniero estadounidense
Peter Goldmark, basándose en las ideas de Baird y Camarena, desarrolló un
sistema similar llamado sistema secuencial de campos el cual estaba compuesto
por una serie de filtros de colores rojo, verde y azul que giran anteponiéndose
al captador y, de igual forma, en el receptor, se anteponen a la imagen formada
en la pantalla del tubo de rayos catódicos. El éxito fue tal que la empresa
Columbia Broadcasting System, para la cual trabajaba Goldmark, lo adquirió para
sus transmisiones de TV.
El
siguiente paso fue la transmisión simultánea de las imágenes de cada color con
el denominado trinoscopio. El trinoscopio ocupaba tres veces más espectro
radioeléctrico que las emisiones monocromáticas y, encima, era incompatible con
ellas a la vez que muy costoso.
El
elevado número de televisores en blanco y negro exigió que el sistema de color
que se desarrollara fuera compatible con las emisiones monocromas. Esta
compatibilidad debía realizarse en ambos sentidos, de emisiones en color a
recepciones en blanco y negro y de emisiones en monocromo a recepciones en
color.
En
búsqueda de la compatibilidad nace el concepto de luminancia y de crominancia.
La luminancia porta la información del brillo, la luz, de la imagen, lo que
corresponde al blanco y negro, mientras que la crominancia porta la información
del color. Estos conceptos fueron expuestos por el ingeniero francés Georges
Valensi en 1938, cuando creó y patentó un sistema de transmisión de televisión
en color, compatible con equipos para señales en blanco y negro.
En
1950 la división de electrónica de Radio Corporation of America, (RCA)
desarrolló un tubo de imagen que contenía tres cañones electrónicos, los cuales
eran capaces de impactar en pequeños puntos de fósforo de colores, llamados
luminóforos, mediante la utilización de una máscara, la Shadow Mask o Trimask.
Esto permitía prescindir de los abultados tubos trinoscópicos. Los electrones
de los haces al impactar con los luminóforos emiten una luz del color primario
correspondiente que, mediante la mezcla aditiva, genera el color original. En
el emisor se mantuvieron los tubos separados, uno por cada color primario de
luz. Para la separación en sus componentes, se hace pasar la luz, proveniente
de la imagen, por un prisma dicroico que filtra cada color primario a su
correspondiente captador.
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